El Hondo 18.11.17

El sábado, 18 de noviembre, una exigua representación de la Font (Salvador y Carlos) se adentra en territorio natural. Armados con sus cámaras se disponen a realizar un safari fotográfico en el Hondo de Elche/Crevillente.

 

Ya sabéis que hay gran cantidad de información sobre el lugar. Estos son solo unos enlaces que podéis visitar para recabar más información.

http://www.parquesnaturales.gva.es/web/pn-el-fondo/como-llegar

https://elchesemueve.com/parque-natural-de-el-hondo

El Parque Natural de El Hondo se ubica entre los términos municipales de Elche y Crevillente. Forma parte de la antigua Albufera de Elche y es donde desemboca el Río Vinalopó. Fue desecada en la Edad Media con el fin de convertirlo en terreno cultivable. Las aguas de los embalses de El Hondo tienen su procedencia de la desembocadura del Río Segura y son elevadas desde el Molino de San Antonio para abastecer a los regantes de la Comunidad de Riegos de Levante, que es la propietaria. Cuenta con 2.495 hectáreas y fue declarado Parque Natural por la Generalitat Valenciana en el año 1988.

El Parque Natural de El Hondo forma parte del Convenio Internacional RAMSAR cuya finalidad es la protección de zonas húmedas, además de la Directiva Europea ZEPA, para zonas especiales de protección de aves.

Este es solo el comienzo de esta página.

Para empezar optamos por hacer una ruta libre. Hay otra guiada los sábados a las 8’30 h. que dejamos para otra ocasión. Hoy la afluencia de visitantes es bastante escasa.

En menos de una hora llegamos al Centro de Recepción: Autovía Elche, salida en Catral y en dirección a San Felipe Neri pronto vemos indicadores que nos llevan sin pérdida al lugar de inicio de nuestra ruta.

La escasez de agua es notable en esta época, pero no obstante podemos disfrutar de algunos avistamientos curiosos y descubrir un paisaje encantador en plena Vega Baja.

No es Daimiel, ni la Albufera de Valencia, pero es un enclave con mucho encanto al que volveremos cuando el rigor del invierno obligue a algunas especies a pasar la estación fría entre nosotros, en la millor terra del món. En esta ocasión hemos “cazado” algún calamón, una grulla, fochas, patos, garcetas…

   

Después de completar el recorrido decidimos comer en La Taberna del Puerto de Santa Pola: gambosí, sepionet, y una suculenta corvina premian nuestra caminata y después de recrear nuestra vista ahora ejercitamos el sentido del gusto. Exquisito.

Después de comer nos acercamos a la Torre del Tamarit, en las salinas de Santa Pola. Gaviotas y algún flamenco esperan la caída de la noche. Lamentablemente el acceso a esta zona no está preparado para ser visitada y nos conformamos con algunos disparos lejanos desde la orilla de la carretera.

    Como siempre os dejamos unas imágenes para compartir con vosotr@s este día y os animamos a que en otra ocasión nos acompañéis, si os apetece.

Carlos